viernes, 12 de agosto de 2016

EL PODER DE LA DESINFORMACION

Historias truculentas de barrios en los que los precios de la vivienda de alquiler se ha disparado, propietarios sin escrúpulos que alquilan viviendas que no cumplen con unos requisitos básicos de higiene,...Sucesos horribles que es posible que hayan ocurrido, pero que no son representativas de la oferta de viviendas que se ofrecen equipadas para alquiler de corta estancia a través de internet.
Todo lo contrario, el boca a boca a través de experiencias positivas ha conseguido que esta nueva forma de viajar se haya divulgado y se haya convertido en un fenómeno social. Nuestra ciudad, está llena de buenos ejemplos como el de esta simpática pareja:

En la ciudad de Nueva York, por ponerla como ejemplo, ha saltado a los medios de comunicación que los vecinos que han estado manifestándose en contra de las viviendas turisticas tenían dentrás gabinetes de comunicación patrocinados nada más y nada menos por el “American Hotel & Lodging Association”. Una asociación centenaria que representa a gigantes como Marriott y Hilton.
“Cuando un sector tiene que enfrentarse a una amenaza que potencialmente puede dañar su negocio, esta serie de campañas comienzan a suceder”, asegura el Profesor de Sociología de la Universidad de California, que estudia las influencia de las corporaciones sobre los procesos políticos.
Esta táctica difamatoria de relaciones públicas es uno de los síntomas de la agresiva y tirana política que está ejerciendo la industria hotelera, que se encuentra amenazada por los nuevos portales digitales como Airbnb, Homeaway y Flipkey. Fuente: The Center for Public Integrity.http://www.publicintegrity.org/2015/07/15/17649/hotel-industry-targets-upstart-airbnb-statehouse-battles
Y ahí lanzamos la pregunta: Está La industria hotelera haciendo lobbying y esponsorizando falsas campañas mediáticas? Os animamos a hacer comentarios y difundid vuestra opinión.

jueves, 4 de agosto de 2016

POSEER ESTÁ SOBREVALORADO. LA ECONOMÍA COLABORATIVA EN ALZA.

Cada vez hay más objetos de deseo que puedes alquilar en vez de comprar: una pieza de arte, una canción, un bolso de Prada, una casa en un árbol, una maravillosa oficina por horas, el coche de tu vecino.


Es una nueva forma de consumir, conectar a personas que quieren algo que otro posee. Poco a poco el espectro de lo que podemos alquilar o canjear  es mucho más amplio de lo que jamás pensamos que pudieramos poseer.

La mayoría de las empresas tecnológicas creadoras de estas plataformas nacieron durante la recesión económica, cuando la gente necesitaba encontrar maneras de generar ingresos para poder mantener sus posesiones o patrimonio antes de que se lo embargaran. Toda una revolución contra-intuitiva, desde el prisma de que nuestra sociedad nos estaba llevando a valorar la independencia, la intimidad y la privacidad por encima de todo, de repente la necesidad nos hizo girar ciento ochenta grados y transformar nuestros valores, sensibilidades y cultura.

Este movimiento post-depresión nos lleva a valorar las experiencias sobre las posesiones. Sabemos que el sentimiento de pertenencia trae más felicidad que el sentimeinto de posesión. Todos hemos comprobado en carnes propias qué pronto desaparece la satisfacción  de una nueva adquisición.